En fecha tan temprana como 1942 el gallego Angel Castro sustituyó el pago por medio de chapitas a sus peones haitianos en Birán. En su lugar introdujo las chapitas convertibles, que -a diferencia de las primeras, de uso exclusivo en la bodega del batey- podían convertirse en pesos por un modesto recargo del 10%. Acto seguido anunció que la bodega sólo aceptaría pesos para mercancías producidas fuera de la finca. Desde luego, la prohibición de abandonar Birán siguió vigente para los haitianos.
jajajajaja, y despues los haitianos insisten en la originalidad de hipolito
ResponderEliminarDe tal palo...
ResponderEliminarjaja. Le mande tu post a mas de cien correos en Cuba. Espero no te importe. Eres genial.
ResponderEliminarGracias, Eduardo, hiciste bien en mandarlo.
ResponderEliminarjajajaja
ResponderEliminarHacia mucho rato que no pasaba por aqui; necesitaba la carcajada de oreja a oreja...
:-)
Eso es lo que había, y eso fue lo que encantó al cubano, que fuera hijo de latifundista, y negrero.
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